Volver al sitio

¿Y la fe?

· Reflexiones,Cristianismo,Liderazgo,Espiritualidad,Fe

Cuando caminamos en esta vida vamos conociendo de este mundo todas las cosas buenas que él tiene, y nos embarga un sentimiento de necesidad que nos impulsa a buscar tener todas las cosas materiales y emocionales posibles, paralelo a esto aprendemos a que la fe es la forma por la que podríamos llegar a obtener todas esas cosas que consideramos nos ayudaría a sentirnos completos, importantes y por qué no realizados. Entonces sabemos cuál es la fuente de todo, y recordamos entre otros versos bíblicos aquel que dice que Dios es el dueño del oro y la plata. Tarannnn... es el momento de pedir.

Cuando recordamos todos estos versos y promesas en la biblia nuestra mente se programa para el momento en que llegará eso por lo que creemos, incluso inclinamos nuestras oraciones confiando ciegamente en que llegará…

Pero, ¿qué pasa?, hay un silencio en nuestros corazones (emociones), donde la incertidumbre poco a poco se acerca como cuando caminábamos de puntillas despacio para no hacer ruido, y a nuestra mente empiezan a aparecer pensamientos fugaces de duda, y la razón empieza a sucumbir palabras negativas, es el momento en que pensamos que nos hace falta fe, que no hemos orado lo suficiente o que simplemente Dios no nos ha escuchado. Al final del camino no recibimos por lo que tanto hemos pedido y creído que recibiríamos. Será, pensamos Dios no nos escuchó.

Cómo quisiéramos ver lo que Dios ve, y entender lo que Dios ya conoce, nos ayudaría tanto entender por qué siendo Él el proveedor de todo no nos da lo que pensamos es mejor para nosotros, pero no es así, en medio de la circunstancia, el problema o la necesidad, cuando más creemos necesitarle posiblemente su respuesta sea el silencio. El Dios eterno e inmortal ha tomado la decisión de ir en contra de nuestra voluntad limitada y nuestra visión corta e imperfecta, no hay posibilidad de doblar su voluntad, simplemente ha dicho NO.

La fe fue creada por Dios para que le conociéramos, para que confiáramos en Él, para que fuésemos formados, y para que llegásemos al cielo. Si quieres conocer a un Dios de amor, soberano y fuerte posiblemente te veas confrontado de vez en cuando a un NO. Eso nos llevará a confiar en que Él sabe lo que es mejor para nosotros.

Como nos falta tanto desarrollar una confianza en Dios a tal grado que podamos descansar en su voluntad, en medio de la adversidad y el sufrimiento, en medio del dolor y la desesperación, en medio del miedo e incertidumbre, en medio de todo ten claro que nuestro creador sigue siendo Dios.

No perdemos el tiempo mientras esperamos y creemos. Solo aceptamos la voluntad de Dios reconociendo que conoce todas las cosas, los tiempos y lo que es mejor para cada uno de nosotros.

< Carlos Castillo Aguilar >

“Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos.” 1 Timoteo 1:17

“El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.” Apocalipsis 21:4