Una vez más, como ha ocurrido siempre, el ser humano es confrontado en su condición de pecado, cuando cree tener la razón sobre la de su creador, sabiendo que en todos los momentos cuando ha tomado esta actitud ha caído en la desgracia más grande que es vivir fuera de la soberanía del Reino al cual naturalmente debería existir.
El derecho de tomar sus propias decisiones siempre las ha tenido, quien mismo le formó lo ha determinado así, sin embargo también al frente de cada decisión tendrá en todo momento 2 caminos (el de la bendición y el de la maldición).
La pregunta que ilustra siempre a quienes tienen la soberanía del Reino es ¿Qué vamos a hacer quienes somos sal?, ante un mundo de dolor e incertidumbre, ante un mundo de pecado y maldad. Ante la oscuridad teniendo la luz que les puede alumbrar y guiar por el mejor camino.
Cuando Jesús estuvo en forma de hombre acá en la tierra, enseñó sobre algo que le ha caracterizado siempre, su mensaje siempre fue de misericordia. Cuando llevaron delante de Él a una mujer adúltera sabía Jesús que ella había pecado, y que por su falta a esta mujer le llevaría al tormento eterno si ella no se arrepentía, sin embargo encara a quienes juzgan a esta mujer con su realidad, dándoles a entender que Él conocía también sobre los pecados de quienes juzgaban. Es impresionante como el salvador del mundo y creador de todo lo que existe, tomaba la decisión de perdonar, pero ante todo sanar primero el corazón de esa mujer, y esque es así como Él trabaja, siempre nos confrontará con nuestro pecado para que nos arrepintamos y seamos vasos de honra, con el fin de dar a conocer su misericordia.
¿Qué pasaría con el mundo si cada uno de los hijos de Dios tomara la actitud de Jesús? Él nunca justificó el pecado y nunca lo hará, sino que siempre conociendo el dolor de las personas sana su corazón, fortaleciendo sus debilidades para que así fácilmente las personas se alejen de sus pecados (2 Corintios 12:9).
Nunca me imaginé que en mi vida tendría la oportunidad de ver tantas palabras de la biblia ser cumplidas, por ejemplo el sistema de este mundo ha engañado a miles de personas, haciéndoles pensar que es bueno lo malo, y que lo bueno es malo, tal como lo menciona la biblia que así sucedería. Quien nace hombre nunca podrá ser mujer, y quien nace mujer nunca podrá ser hombre. De cara a cada hombre ha sido mancillado el núcleo de la familia en su forma natural, y eso sabemos todos que traerá muchísimas más maldiciones de las que hay, día con día el pecado y la maldad aumentan, hoy muchísimas más almas están siendo dirigidas al tormento eterno.
Con todo esto en frente a nosotros ¿qué vamos a hacer quienes somos luz?, ¿seremos ejemplos de vida en todo lo que hacemos?, ¿podrán las personas que nos rodean reconocer a Jesús por cada uno de nuestros actos?, a un Cristo de amor, de sacrificio por los demás, a ese ADN celestial que corre por nuestras venas.
Una vez más el mundo nos recuerda la necesidad que tiene de nosotros, amados somos sal y somos luz, por nosotros Dios ha extendido su misericordia, debemos alumbrar en un mundo donde no hay luz.
Carlos Castillo Aguilar
“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada {otra vez?} Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.”
Mateo 5:13-16