Creemos que avanzamos cuando vemos que nuestros sueños se están convirtiendo en realidad, es tan agradable ver cumplir aquello por lo que hemos luchado, y de repente algo por lo que otros han creído con nosotros. Sin embargo, llega un momento en el que todo se detiene, como si algo de lo cual no tenemos control, superior a nuestras fuerzas, increíblemente mayor a nuestra mente y decisiones, el cual nos impide avanzar…
Que sucede cuando alguien llamado Dios entra en la vida de sus hijos, quien teniendo protagonismo se encarga de guardarles sobre algo mayor, algo superior que no es detectable sino solo por aquel que tiene la capacidad de ver el futuro.
En ocasiones, nos es tan difícil entender que el Señor está pendiente de quienes ama, y que les guarda, es tan complicado a veces vivir esa frase que tanto mencionamos… “Dios me guardará de todo mal”, porque nos imaginamos que eso es únicamente para peligros de nuestro entorno, tan tangibles como una agresión física por ejemplo.
Ser hijo de Dios significa caminar en bendición, siempre ante cualquier situación nos guardará aquel que no duerme, entendiendo que nos ha llamado a ser prosperos en todos nuestros caminos, quien nos enseñará cual es el verdadero sendero del bien para nuestras vidas. Es por esto que sus pensamientos no son nuestros pensamientos
“Lámpara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino”, entiendo por esto que todo lo que Dios tiene que decirle será suficiente para alumbrar en lugares oscuros en el que no veo nada, y en la cual será suficiente para que cada paso que dé pueda ver el mejor lugar por donde transitar.
Confiar en Dios y en su Palabra, va más allá de solo decirlo, o vivir una religión, es estar seguros que todo lo que hagamos en Él será nuestra garantía de seguridad. Estamos seguros en Él y para su gloria.
Confiémos en Dios, en su Palabra y en la seguriddad de que nos enseñará lo que hay en nuestro camino, nos mostrará todo lo bueno y todo lo malo, los peligros y los lugares donde debemos colocar nuestros pies para dar pasos seguros.
Dios te bendiga en todo lo que emprendas…
Carlos Castillo Aguilar
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
Isaías 55: 8-9