Volver al sitio

Jesús, la Fe y la Evangelización.

Podría ser tan molesto para quien escucha, tener que poner atención a alguien que igual que uno ha escuchado en algún momento lo que está por decir… “Hay alguien que te ama”, pero por qué mencionar que me ama si yo quizás lo sepa, sí lo sé porque me permite despertarme, tengo familia, y otras cosas que tengo pero que le faltan a otros. Sin embargo, por un tema de respeto se escucha lo que se tiene que decir.

¿Cuál es el tema a tratar?, hay alguien que me quiere salvar, me dice el predicador, pero de qué, será que alguien me quiere hacer daño?...

Continúa mencionando la cruz de alguien que decidió le crucificaran allí por mí, que yo recuerde no se lo pedí. Es más ni siquiera tuve el gusto de conocerle personalmente, de hecho me cuentan que eso pasó aproximadamente hace 2000 años, y además dice que lo hizo no solo por mí, sino por todos los demás por nacer y vivir hasta que Él volviese.

Todo lo anterior puede ser la situación de pensamiento de una persona que vive la vida en una atmósfera de satisfacción y comodidad, donde no tiene ninguna necesidad humana, o más bien tiene cubierto todo lo que necesita, y fácilmente a su alcance. Sin conocer que precisamente Jesús vino a salvarnos de una condenación eterna, y que nuestro enemigo está dispuesto siempre a que perdamos la oportunidad de estar en la presencia de Dios eternamente. Precisamente la inclinación natural del ser humano es hacia el pecado, eso viene con la vida, y no lo podemos evitar sino es por la ayuda de alguien superior, que siendo como humano venció no conociendo pecado.

No se trata de aceptar su evangelio para que los problemas desaparezcan, tampoco para tener un cambio físico…aunque paralelo a un vínculo y relación con Jesús hay bendiciones de forma integral en nuestras vidas…pero es cierto que continuamos siendo humanos, y que algunas cosas estarán con nosotros hasta que muramos a esta vida.

Jesús vino para que tengamos vida y que esta sea en abundancia, las cosas son vistas desde otra óptica, e incluso nuestro caminar es diferente, siempre en dirección a un beneficio constante.

Ciertamente, la decisión más importante que pueda tener un ser humano es aceptar a Jesús, aceptar su evangelio, aceptar que somos eternos, aceptar que sin Él no seremos salvos.

-Carlos Castillo Aguilar

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.“

Juan 3:16