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Hombres en el presente como padres o como hijos

Qué sucede cuando pasa un día festivo, en el cual celebramos la labor más importante de este mundo, y al día siguiente todo sigue normal, la paternidad del cual se desprende la esencia de cada uno, aunque nos cueste entender es lo único que simplifica en nuestras vidas acercarnos a nuestro creador, ¿Pero si es Dios el creador del Universo, cómo es que se limita así mismo?, la respuesta es sencillamente Dios no experimenta en ningún nivel alguna limitación, sencillamente Él ha decidido como Soberano que la bendición vendrá de generación en generación, y quienes crean nuevas generaciones son los padres (papá y mamá), y la responsabilidad de modelar a Dios va más allá de la vivencia de una religión, se trata de la eternidad de tus hijos.

Por eso, el cumplir en todo momento las responsabilidades nos obliga a vivir de una forma completa. Dios es el primero en conocer que mientras estemos a este lado de la eternidad seremos imperfectos, y no demanda perfección, lo que si sabe es que nos ha provisto de herramientas para que seamos completos en todas nuestras áreas.

Ser padre es posible, equivocarse, fallar también lo es, por eso Dios nunca nos dejará solos, porque conoce la importancia de cumplir con ese papel lo más perfectamente posible, no se trata de ti, se trata de la eternidad y la bendición de generación en generación.

Sucede que he conocido de alguna forma algunas familias, donde la posición paternal no es necesariamente como Dios nos enseña que debe ser, un caso particular es cuando los corazones lastimados de una pareja distorsionan los roles del padre y la madre, por ejemplo, cuando la posición del padre es más como la de un hijo, porque su esposa le trata como a un niño. Otro caso particular en aquellas familias donde la gestión paternal es débil, porque justifican en su pasado los errores de hoy, “sería decir no importa lo incorrecto que haces las cosas, es porque sufriste mucho”, pero entonces dónde queda la razón de ser en una familia. Caso tercero es cuando a sus hijos demandan los padres responsabilidades que ellos mismos no cumplen, ni están dispuestos a cumplir, Dios demandará el que nosotros cumplamos porque Él no nos abandona.

Mientras algunos entramos en esta dimensión llamada paternidad donde Dios bendice de forma distinta, seguimos buscando el rostro de Dios y su Justicia, para que así todas las cosas nos sean añadidas… una pareja correcta siempre estará en el camino de quienes permitimos que la lámpara de su justicia ilumine nuestros pasos. Hoy día hay quienes llevan un matrimonio y aunque lejos del corazón y vida de sus hijos saben que nunca tuvieron que estar juntos, el elegir sabiamente está de nuestra parte y no en la de Dios.

Seguimos juntos como hermanos, aprendiendo los unos de los otros, sin olvidar a qué hemos sido llamados, y el por qué Dios demanda alcanzar algunas cosas con sabiduría, y Él se ha comprometido consigo mismo a darnos lo que ocupamos para que nuestra labor sea completa.

Sea ejemplo primeramente y luego exija a los suyos, cumpla con sus responsabilidades porque el cielo espera lo mejor de usted, no llene con veneno el corazón de sus hijos, enséñeles lo bueno de sus familias, saque de usted la envidia, y aprenda con humildad de aquellos que han decidido hacer las cosas distintas para tener resultados diferentes. Los frutos siempre hablarán, sobre sus palabras está lo que se cosecha en el camino de la vida.

-Carlos Castillo Aguilar

Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.

Salmos 119:105