Qué hacer cuando al caminar el dolor del corazón es más grande que mi verdad, y va más allá de las palabras que pronuncio, cuando al saber que quien he sido en realidad no es la persona que he buscado otros conozcan, donde mi orgullo florece cada amanecer con color rosa, rojo o blanco (cualquiera que sea) pero que al expirar, mi olor hace que al observar mi raíz sepa y reconozca que no es en realidad esa rosa que otros creen soy.
Un día al dormir, soñé que observaba a una persona con tanto dolor y orgullo en su corazón, noté al avanzar que los pasos de esa persona eran exactamente los pasos que yo daba al caminar, como si fuese su sombra. Pude observar sin titubear que el odio y el rencor era una de sus prendas internas como si llevase 3 o más vestidos consigo, siendo este primero la realidad de lo que cubre esa alma. Ella sonreía a los demás mientras al mirar su mano derecha noté una daga lista para atacar, lastimar y destruir a aquellos a quienes responsabilizaba por el resultado en su caminar.
Continuando su camino, que parecía era el mío, cada vez que miraba a su entorno, abría su boca y de ella salía fuego como si fuese alimentado por una caldera en tiempos de guerra, a quienes dirigía su mirada se convertían en su reflejo, parecía ficción ver como a cada persona al mirar veía su propio rostro, su propia culpa, y su propia realidad.
“Merezco” decía, “merezco” decía otra vez, “tener lo que hoy no tengo, pero el esfuerzo no es verdad en mí” volvía a decir una y otra vez. Seguía sus pasos y yo con ella lo hacía también.
Con este relato e historia quise ilustrar la verdad de que el dolor en nuestras vidas, la crítica, el orgullo y la envidia destruyen cada día más el corazón, y se roban la verdad al vivir un mundo de fantasía, creyendo que hacemos lo correcto, nuestro discurso siempre será ante una situación de estas, el pensar que Dios y los demás tienen la obligación de darnos lo que creemos merecernos. Pero olvidamos que Dios no tiene sombra de variación y que Él ha establecido que todo lo que el hombre siembre eso recogerá, y que todo lo de este mundo es vanidad, tanto es así que nos da la recomendación de que hagamos tesoros en el cielo, y no en la tierra donde todo se deteriora por sí solo.
Arrepentirse es el camino correcto al confrontarse ante un mundo de envidia, donde la sicología espejo cobra sentido, cuando al criticar a los demás lo haces porque en realidad es a ti a quien ves en la mirada y acciones de los demás.
Te irás de este mundo esperando obtener lo que no te mereces, máxime cuando has dedicado tu vida a criticar a los demás, ver siempre lo malo, sembrar el odio en los demás y peor aun entre hermanos. Dios no cambiará y su justicia siempre será eterna.
-Carlos Castillo Aguilar
“Cruel es el furor e inundación la ira; pero ¿quién se mantendrá ante los celos?”
Proverbios 27:4