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¿Dónde iniciamos y dónde terminamos?

Hay tantas cosas que se han hablado, muchos comentan a lo largo de la historia sobre lo que hay más allá, y pienso en cada momento sobre lo que Dios ha dicho sobre Él mismo, y por qué se ha revelado de esta forma a la humanidad, lo cual me lleva a concluir que Él es 100% intencional.

Sobre la muerte hablamos mucho, pero sobre la eternidad de Dios muy poco, cuando el supremo Dios se revela como inmortal, es precisamente para que le conozcamos y sepamos que en su lugar todo es eterno, no hay tristeza y tampoco hay dolor.

Vivimos una vida de altos y bajos, esto porque alguien en un inicio no comprendió sobre “la vida y la muerte”, pensando que se trataba solo de un árbol y de algo por no comer desperdició el plan de Dios para toda una vida de todas las generaciones que vendrían a este mundo.

Pero siempre hay una esperanza, y esa es en Cristo Jesús, se trata de que quienes han decido conocerle hayan descubierto la verdad detrás de la revelación de Dios por medio de la naturaleza… Él está en todo lugar, revelándose a los hombres y mujeres como solo Él lo sabe hacer, por medio de hermosos detalles.

Que doloroso (humanamente) es ver partir al cielo a un ser querido, llamado por la infinita misericordia de Dios, mas sin embargo cuando sabemos que está en medio de la perfección y sanidad nos llena de tanta esperanza, y podemos encontrar en la muerte la perfección de Dios llamándonos a su presencia eterna.

El cielo es para todos, hay un lugar tan especial para cada uno de nosotros, que nos motiva tanto cuando nos enteramos que alguien se ha ido de acá directo hacia allá.

La sangre de Jesús no es en vano, ella es eternamente sanadora, y lo más importante en nuestras vidas es comprender que fue derramada para todos, la cruz es el mayor símbolo de amor, misericordia y perdón.

Súmate a los eternamente vivos, aquellos en quienes la luz no desvanecerá, sino que va en aumento hasta que el día es perfecto.

Un beso al cielo por todos los ganadores de la buena batalla, de aquellos que entregaron su vida a Dios, y vivieron siendo perfectamente elegidos para disfrutar de su Presencia.

-Carlos Castillo Aguilar

Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”

Isaías 53:5