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Una semana para disfrutar

Cada vez que llega el sábado y domingo, empezamos a programar ya algunas de nuestras actividades a desarrollar en la semana que está por iniciar, pensamos en tantas cosas que hacer en donde quizás nuestro cuerpo experimente algún nivel de estrés, de este por supuesto de una forma sana, el cual es un sentimiento que nos ayuda a impulsarnos por lo que queremos o sabemos es necesario realizar. Y es en este momento donde muchos involucran al Señor, como si fuese sello de seguridad para que todo lo que tienen en sus mentes se pueda realizar (Dios no se manipula), y no está mal ser planificadores, de hecho es excelente serlo, sin embargo la posición de “quiero hacer esto e involucro a Dios para asegurarme se realice” nos podría jugar una mala pasada, creo en que es importante pararse en una posición de “quiero hacer esto e involucro a Dios para conocer si es lo mejor” nos puede asegurar que cualquier sea el resultado garantizaremos una bendición especial. Siempre el favor y gracia de Dios estará al lado de quienes son obedientes en todo lo que hacen.

Involúcrale, consúltale, hazle parte de tus decisiones, serás prosperado en todo.

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. Salmo 1:1-3

<Carlos Castillo Aguilar>